Eclipse lunar 2018
Tras las dos superlunas acaecidas a principios de año, desde el Observatorio Manises J98 estábamos impacientes a la espera del único eclipse total
lunar que en este 2018 podremos contemplar desde nuestras latitudes, y a sido este viernes
27 de julio, cuando Selene nos ha querido mostrar su hermosa faz, aunque eso si, con
el “rubor” de una inocente doncella.
Lo cierto es que nuestro hermoso satélite, nos ha premiado en el día
de hoy con un bello espectáculo, el cual contaba con la particularidad de ser el eclipse lunar total más largo del siglo (algo más de
hora y media desde el inicio hasta la fase de totalidad), ya que la Luna ha transitado en esta ocasión muy
centrada a través de la umbra terrestre,
algo poco habitual y que no ocurría desde el 16 de julio del año 2000.
Esta
particularidad, sumada al apogeo lunar en este mes de julio y a la baja posición del astro sobre el horizonte, le ha conferido a la efeméride una peculiaridad especial, mostrándonos un intenso grado de oscuridad y una coloración más rojiza de lo que nos tiene acostumbrados, y todo ello contando con que el tamaño del disco lunar era algo más pequeño que en otras ocasiones, por encontrarse éste en el punto orbital más alejado de nuestra Tierra en el día de hoy.
Y por ponerle algún pero al evento, ( y aún contando con que el eclipse “lo echaban” en viernes, a partir de las 21h. pm …) señalar que la Luna salía ya eclipsada, y su observación desde una
zona relativamente próxima a la costa como la nuestra y con las altas temperaturas registradas estos últimos días, la calima, podría dificultar en parte la visión de una Luna totalmente nítida desde el primer instante del orto lunar.
Tal y como suponíamos, así resultó, pero a medida que el astro fue ganando grados en altura y conforme se acercaba el eclipse a su fase de máximo, pudimos ver una Luna llena sencillamente espectacular y mágica debido a su extraña y fantasmagórica apariencia. El efecto
3D fue muy notorio tanto a través del telescopio como de unos simples prismáticos. Todo ello sumado a su fuerte coloración rojiza, daba fe de la denominación “Luna de sangre” que tanto se ha
difundido en los medios esta última semana.
Y como recuerdo del evento sirva esta imagen, la cual y aunque dista bastante de ser
perfecta, será suficiente para que al menos nosotros podamos inmortalizar en nuestra mente, el hermoso instante del disco lunar eclipsado y el imborrable recuerdo de que
estuvimos ahí para contemplarlo.
Hasta
la próxima.
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Nikon D7200- 300 mm; F10-2.5” – ISO 640 |